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Cómo alargar la vida útil de las verduras

Y a ti, ¿te gustan las verduras? ¡Y a quién no! Se trata de un alimento ligero, fresco y muy sano que se puede consumir de muchísimas formas. Sin embargo, a veces se echan a perder antes de que podamos comerlas, principalmente porque no sabemos cómo conservarlas. ¿Te ha ocurrido alguna vez? Entonces, ¡sigue leyendo! A continuación te damos un par de tips para que consigas alargar la vida útil de las verduras al máximo.

Cinco consejos para conservar las verduras y alargar su vida útil

Alargar la vida útil de las verduras el mayor tiempo posible para frenar así el desperdicio de alimentos es muy fácil, pues solo debes tener en cuenta los siguientes puntos: 

  • Algunas verduras no deben ir a la nevera: es el caso de los ajos, las cebollas y las patatas. Estas verduras deben conservarse fuera de la nevera en recipientes opacos para que no les llegue la luz. 
  • Algunas verduras deben entrar a la nevera envueltas: a la hora de entrar en la nevera las verduras de hoja verde como las espinacas o las acelgas y las de raíz como las zanahorias o los rábanos deben ir en bolsas. Por el contrario el calabacín, la berenjena y el pepino no deben ir envueltos. 
  • Algunas verduras necesitan más humedad que otras: por ejemplo el brócoli o los espárragos se pueden mantener mucho tiempo en buen estado sumergiendo su tallo en un recipiente con agua, como si fueran flores. En cambio, el resto de verduras se conservan mejor bien secas y almacenadas en un lugar seco y fresco. 
  • Si has abierto una verdura y no la vas a consumir entera, evita que esté en contacto con el aire: esto evitará que el oxígeno la estropee. Para ello tendrás que envolverla con papel film, conservarla al vacío o en un recipiente hermético y meterla en la nevera hasta que te la comas o la cocines. 
  • ¡Cuidado al congelar! Si has decidido congelar las verduras debes tener en cuenta que no todas soportan bien este proceso. Ni la patata ni aquellas verduras que tienen mucha agua (el tomate, el pepino, la lechuga…) deben congelarse. Las verduras que sí se pueden meter al congelador deben entrar cortadas en taquitos y escaldadas para que no se hagan rancias y no pierdan propiedades. 

Siguiendo estos consejos conseguirás mantener tus verduras en buen estado mucho más tiempo y evitarás desperdiciarlas. ¡Ponlos ya en práctica!


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