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Qué hacer si te has planteado la dieta exenta de gluten

Voy a ser claro y resolutivo: la dieta exenta de gluten es una opción terapéutica válida para todas aquellas personas que padezcan enfermedad celíaca o la recientemente identificada como “sensibilidad al gluten no celiaca” (SGNC).

Esta es la información rigurosa. Es lo que la ciencia sabe a día de hoy sobre el tema del gluten y su efecto sobre la salud. Nada más. Si a partir de este punto quieres seguir leyendo sobre el tema, es ya una cuestión morbosa, porque, ya te lo adelanto, todo lo demás son monsergas, modas sin pies ni cabeza y tonterías. Aunque las promocione Novak Djokovic. O precisamente porque sea él quien las promocione. Porque de tenis sabrá un montón, pero de nutrición (o de COVID19) es otro cantar. Como se suele decir: zapatero a tus zapatos... y tenista a tus raquetas.

Conociendo al gluten

El gluten es, en realidad, un complejo de proteínas que podemos encontrar en ciertos cereales. Así y como pasa con infinidad de alimentos a los que cierta población es sensible (frutos secos, apio, marisco, pescado, huevos, cacahuetes, etcétera), el gluten también es capaz de causar una intolerancia en base a una respuesta autoinmune en personas genéticamente predispuestas. En esas personas. Y solo en ellas.

El tratamiento, muy sencillo de enunciar, pero no tan fácil de llevar a cabo en este entorno caracterizado por la presencia de alimentos procesados “multi ingrediente”, consiste en eliminar aquellos alimentos que incorporen gluten.

¿Si no soy sensible al gluten, encontraré alguna mejoría por eliminarlo de la dieta?

Respuesta corta: no

Respuesta larga: no, salvo que creas en los cuentos de hadas, en el tarot o en el horóscopo. En estos casos y fruto de la sugestión que en estas personas ejercen las pseudociencias, es posible que creas encontrar alguna mejoría.

¿A qué personas les afecta la presencia de gluten en su dieta?

Son dos los colectivos a los que el gluten presente en los alimentos les puede generar un trastorno o enfermedad con un amplio abanico de síntomas, tanto en número como en la severidad con la que se presentan:

  • Aquellos que padezcan “enfermedad celíaca”: que tiene una serie de criterios diagnósticos bien definidos, aunque no siempre sea fácil ponerlos de relieve.
  • Aquellos que sufran de “sensibilidad al gluten no celíaca” (SGNC): sería aquel colectivo que presenta un conjunto de síntomas que responden claramente a la retirada del gluten y que reaparecen rápidamente tras su reintroducción pero -y esto es importante- sin que cumplan los criterios para diagnosticar enfermedad celíaca.

Para todas las demás personas, que en este caso es a la inmensa mayoría de la población (sea esto dicho con todo el respeto que merecen los colectivos señalados), la retirada del gluten tendrá el mismo efecto sobre el peso, el desempeño deportivo, la sequedad de piel... o lo que sea que, como decía mi abuela, el untarse las orejas con vino.

¿Qué hacer si sospechas que el gluten te genera algún trastorno?

Lo ideal es que te pongas en contacto con tu médico de cabecera, le plantees tu caso y, llegado el momento, este crea conveniente el llevar a cabo el protocolo para las pruebas que conducen al diagnóstico de la enfermedad celíaca.

Si resultan positivas, ya lo tienes claro, lo mejor es que te pongas en contacto con la Asociación de Celiaquía de tu comunidad autónoma (puedes encontrar un listado en este enlace) y es conveniente que tengas que recurrir a un dietista-nutricionista especializado en estas cuestiones para asesorarte en todo o relativo a tu alimentación en el día a día (en la jornada laboral, restaurantes, viajes, etcétera)

Si resultan negativas, lo mejor es que contactes directamente con un dietista-nutricionista para que se plantee un protocolo dietético de “prueba y error” en el que al principio se propondrá una pauta dietética sin gluten para ver si hay alguna mejoría y así contrastar a posibilidad de SGNC.

En ambos casos (enfermedad celiaca o SGNC) el único tratamiento de por vida es la dieta exenta de gluten. Ni “baja en” ni “de contenido reducido” en gluten. Sin gluten.

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