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Cómo sobrevivir a la fascinación por las proteínas

A la luz de lo que está sucediendo en los pasillos de todos los supermercados se hace difícil de entender que no necesitemos tantísimas proteínas, pero es así: no nos hacen falta

Hace 10 años, más o menos, puse de relieve una de las tendencias que se nos venía encima en el terreno de la alimentación: el advenimiento de Su Deidad, las proteínas. Y con ella la adoración por todo lo proteico, proteínico, proteinizado e hiperproteico. Lo que no pensaba, ni de lejos, lo reconozco, es que esta tendencia que asomaba en el mercado estadounidense hace una década iba a tener el impacto y la duración que están teniendo en nuestro mercado. Un mercado que ya ha conseguido su objetivo: hacer mella en la “conciencia” de los consumidores y que estos busquen las proteínas como los zombis ansían el cerebro de sus víctimas. Ya te habrás dado cuenta que a día de hoy todo está enriquecido o suplementado con proteínas, desde los yogures al helado, pasando por el pan, las barritas o incluso las pizzas altas en el tema.

Si frecuentas este blog ya sabrás que los consumidores de los países desarrollados, en base al consumo de alimentos que hacen, no necesitan absolutamente más proteínas de las que ya consumen. Es más, en la población europea en general y en la española en concreto, ya se alcanzaban y se superaban con creces, allá por 2012, las recomendaciones de consumo de proteínas. Lo diré de otra forma: las marcas de alimentación y las empresas de distribución nos han metido un gol por toda la escuadra al crearnos una necesidad (las proteínas) totalmente innecesaria. Y las empresas en cuestión están haciendo palmas con las orejas, claro.

Proteins everywhere

Pensarás que me ha dado un aire al elegir el título de este apartado en inglés, pero no. Lo hago conscientemente para poner de relieve el nivel de la tontuna al que el márquetin nos ha abocado. Y es que pareciera que poner en este idioma los latiguillos comerciales y los eslóganes tiene más tirón y dota de mayor credibilidad a la publicidad. No es por casualidad que algunas marcas hayan creado secciones o líneas de producto rotuladas con “high protein”. No fuera que “alto en proteínas” no se entendiera, en fin.

Sea como fuere, hay muchas personas que creen que vivimos en un entorno deficitario de proteínas, lo cual -seamos claros- es mentira tal y como ponen de relieve los datos ya expuestos. Otros son los que piensan que, ya sea que estemos bien o mal con respecto al consumo de proteínas, que si incluimos más proteínas estaremos mejor de todas o todas, o que incluso haremos más músculo, lo cual es también falso, tal y como pone de relieve la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria en este documento de posicionamiento. Más aún, no son pocos los consumidores que creen que, si no incluyen alimentos de origen animal, jamás alcanzarán su correspondiente aporte proteínico, algo que ya desmentimos en este post. Es decir, las opciones vegetarianas y veganas son perfectamente válidas desde el aporte de proteínas siempre que, claro está, sean patrones dietéticos bien planificados.

Es posible que te asombre saber cuál es el contenido de proteínas que podemos encontrar en otros grupos de alimentos más allá de los de origen animal. Así, y haciendo bueno el subtítulo de este apartado, podría decirse que las proteínas están en todos lados, muchas veces en alimentos que jamás creeríamos que pudieran ser fuente de esta clase de nutriente. Vamos a verlo:

  • Legumbres: el grupo de las legumbres es, sin duda alguna, el grupo de alimentos de origen vegetal que más proteínas aporta, más incluso que la mayor parte de carnes y pescados. ¿Sorprendido? No te culpo, pero lo cierto es que, en seco, las legumbres aportan más proteínas que ningún otro grupo de alimentos. Más que las carnes, insisto. El dato es elocuente: la cantidad de proteínas en las legumbres ronda, de media, los 25-30 g por cada 100 g de producto; cuando la media en las carnes es de 18 a 22 g por cada 100g. 
  • Frutos secos: Muchas veces se nos olvida, pero afortunadamente tenemos algunas guías alimentarias preclaras, como esta de aquí, que ponen a los frutos secos como un grupo de alimentos en los que el aporte de proteínas es una de sus características más destacadas. El dato, en su caso, oscila de los 12 g de proteínas por cada 100 g de avellanas a los más de 25 g de proteínas por cada 100 g de cacahuetes. Cifras, tal y como se puede comprobar, nada despreciables.  
  • Cereales: Tendemos a pensar que los cereales, los que sean, son fuente apreciable de hidratos de carbono y poco más, y es un gran error. Baste tener en consideración las cifras de aporte de proteínas de muchos de los alimentos que elaboramos a partir de ellos: 100 g de pasta en seco contienen de 8 a 12 g de proteínas, por su parte, el pan normal puede contener unos 8 a 10 g de proteínas por cada 100 g. Sí que es cierto que hay otros cereales como por ejemplo el arroz, cuyo contenido es menor, pero no nulo o cero, alcanzando los 2-3 g de proteínas por cada 100 g de arroz en seco

Una curiosidad: ¿eres alérgico a la fruta o alguna hortaliza?

Hay otros grupos de alimentos cuyo contenido de proteínas es realmente bajo, pero rara vez es nulo. Valga como ejemplo el saber que, en la inmensa mayoría de las alergias, es una proteína (de ese alimento) la causa de esa reacción. Es decir, ¿eres alérgico al kiwi, al melocotón, al apio, etcétera? Pues que sepas que esa alergia está causada por la presencia de ciertas proteínas características en dichos alimentos.

Un último, pero no menos importante consejo

Y no, no necesitas recurrir a los suplementos o complementos alimenticios si crees que te falta proteína o sigues un patrón vegetariano. En algunos casos solo se tratará de repasar tu conocimiento sobre las proteínas, su papel en nuestra fisiología, y su presencia en nuestro patrón dietético. En otros casos, lo podrás arreglar revisando tu patrón de alimentación y mejorando, si es el caso, tu dieta. Es decir, ningún suplemento ha igualado la alternativa de revisar y mejorar una alimentación incorrecta, al menos con las garantías que ofrece el comer de forma equilibrada 

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